PRÓTESIS DE RODILLA
En los pacientes con artrosis severa y generalizada de rodilla la solución es la implantación de una Prótesis Total de rodilla.
Las prótesis de rodilla habitualmente constan de un componente femoral, un componente tibial y un polietileno entre ambos, que es una pieza de un plástico que favorece la congruencia entre los componentes. En ocasiones, si el cirujano lo considera oportuno también puede ser necesario sustituir la parte articular de la rotula por una pieza de polietileno.
El tipo de prótesis, su mecanismo de fijación o el grado de constricción se individualiza en función de cada paciente.

LA OPERACIÓN
Se trata de una cirugía que requiere ingreso hospitalario de 3 a 5 días y que habitualmente se realiza con un tipo de anestesia raquídea, en la que se duermen sólo las piernas mediante una punción en la espalda. La cirugía dura de 60 a 90 minutos de media.
El día después de la intervención el paciente empieza a caminar con la ayuda de dos muletas y comienza el tratamiento de rehabilitación con los fisioterapeutas.
En los primeros días ese tratamiento se centra en caminar con las muletas, en los movimientos de flexión y extensión de la rodilla, y en subir y bajar escaleras.
Se trata de un tipo de cirugía muy satisfactoria para los pacientes con tasas de éxito que superan el 85% de resultados buenos y excelentes. La inmensa mayoría de los pacientes se recuperan por completo, siendo capaces de hacer vida normal sin dolor y sin restricciones.
La capacidad de recuperación varía de unos pacientes a otros, y depende de varios factores como: el estado se salud previo, la calidad ósea y el tipo de técnica quirúrgica empleada. De manera general oscila entre los 3 y los 6 meses y en algunos pacientes puede prolongarse hasta los 12 meses.
TIPOS DE PRÓTESIS
EN FUNCIÓN DE LAS PARTES DE LA ARTICULACIÓN REEMPLAZADA
PRÓTESIS UNICOMPARTIMENTAL
Sólo se reemplaza una parte de la rodilla, habitualmente el compartimento interno.
PRÓTESIS TOTAL
Son las más habituales. Se reemplazan los compartimentos externo e interno de la rodilla y en ocasiones también la rótula.
EN FUNCIÓN DEL TIPO DE FIJACIÓN AL HUESO

PRÓTESIS NO CEMENTADAS
La fijación de ambos componentes de la prótesis es directa entre el metal y el hueso por un mecanismo de encaje a presión.

PRÓTESIS CEMENTADAS
La fijación de ambos componentes de la prótesis al hueso es mediante la utilización de cemento quirúrgico.
EN FUNCIÓN DE SU GRADO DE CONSTRICCIÓN
PRÓTESIS CR
Conservan el ligamento cruzado posterior.
PRÓTESIS PS
No conservan el ligamento cruzado posterior.
PRÓTESIS CONSTREÑIDAS
Son aquellas que se usan en casos de inestabilidades ligamentosas, deformidades importantes y en cirugías de revisión.
PRÓTESIS UNICOMPARTIMENTAL DE RODILLA
En los pacientes con artrosis avanzada de solo el compartimento interno y que conservan una buena estabilidad ligamentosa se pueden utilizar prótesis que solo sustituyen la parte interna y que se denominan Unicompartimentales.
Este tipo de implantes permiten una recuperación más rápida del paciente y una función mas parecida a la de una rodilla normal.
ARTROSIS DE RODILLA
La Artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa que consiste en la pérdida y el desgaste del cartílago articular.
Es una enfermedad muy frecuente ya que la rodilla es una articulación “de carga” y puede aparecer de manera espontánea o secundaria a: traumatismos, cirugías previas, lesiones de ligamentos, de meniscos y del cartílago.
Habitualmente es una enfermedad progresiva, crónica y de evolución lenta, pero hay factores como el sobrepeso y las desviaciones angulares de las extremidades como el genu varo y el genu valgo que pueden acelerar su progresión.
Una vez empieza el proceso degenerativo de una articulación, es difícil de frenar, por eso a medida que se envejece, la proporción de pacientes con artrosis aumenta.
Se caracteriza por dolor en relación con la actividad, al estar de pie y caminar, al subir a bajar escaleras. Pueden existir derrame articular, crujidos y pérdida de fuerza en la pierna.
En los primeros estadios las medidas higiénicas y conservadoras pueden ralentizar la progresión de la artrosis. Los consejos pasan por la modificación de la actividad, la pérdida de peso, el ejercicio moderado y la toma da antiinflamatorios.
En los casos de fracaso de estas primeras medidas de tratamiento conservador, el siguiente nivel de tratamiento son las infiltraciones, que pueden ser de tres tipos:
- La Viscosuplementación, consiste en realizar infiltraciones con ácido hialurónico que actúan mejorando el «ambiente» de la articulación, actuando como un líquido sinovial artificial que nutre el cartílago y lubrica la articulación.
- Las infiltraciones con Factores de Crecimiento Derivados de las Plaquetas (Plasma Rico en Plaquetas o PRP), que pueden ofrecer una mejora parcial y temporal de los síntomas, con un efecto más prolongado que el resto de infiltraciones pero nunca una curación de la enfermedad.
- Por último, las infiltraciones de corticoides, reservadas para situaciones de dolor muy intenso en la rodilla con un efecto analgésico inmediato pero limitado en el tiempo.
En los casos avanzados de artrosis de rodilla, donde estos tratamientos ya no funcionan, la única alternativa es el tratamiento quirúrgico.
RECAMBIO DE PRÓTESIS DE RODILLA
La operación de Prótesis de rodilla es una cirugía segura, que tiene muy buenos resultados y con la que los pacientes recuperan su calidad de vida.
Sin embargo, en ocasiones, el paso del tiempo puede hacer que esa prótesis se afloje y empiece a fallar, empezando a generar problemas como el dolor, la perdida de fuerza en la pierna o la sensación de fallo en la rodilla.
En estos casos puede ser necesario tener que extraer esa prótesis y colocar una nueva. Ese tipo de operación se denomina Recambio de Prótesis de Rodilla.
La infección protésica
Se trata de la peor complicación posible para el paciente, porque conlleva un tratamiento complejo, largo y con gran repercusión para la calidad de vida.
Consiste en la colonización del implante por un microorganismo habitualmente durante la cirugía, ese microorganismo desarrolla una especie de barrera que le protege denominado Biofilm y que le hace inmune al tratamiento con antibióticos, obligándonos a retirar y cambiar la prótesis. En muchas ocasiones son necesarias dos operaciones para poder curar la infección. Un primer tiempo en el que se extrae la prótesis y donde colocamos un espaciador temporal hecho de cemento con antibióticos. Y un segundo tiempo donde implantamos la prótesis definitiva una vez tenemos la seguridad de que la infección se ha resuelto.
Desgaste y aflojamiento
Se trata de la causa más frecuente de recambio de prótesis de rodilla a medio y largo plazo y tiene que ver con el fracaso de la fijación del implante al hueso, o bien con el desgaste de los componentes de polietileno.
Son pacientes que después de años o décadas de un correcto funcionamiento de su prótesis, empiezan a presentar un dolor de características mecánicas, que aparece cuando caminan o se levantan de los asientos y que puede acompañarse de sensación de fallo de la extremidad.
Inestabilidad
La inestabilidad de una prótesis de rodilla es una situación en la que los ligamentos son incapaces de mantener una correcta estabilidad de la rodilla necesaria para poder funcionar correctamente.
Lo pacientes empiezan a notar dolor y sensación de fallo, y en la mayoría de ocasiones es necesario recambiar la prótesis.
Rigidez
La rigidez de una prótesis de rodilla es una complicación que en ocasiones puede aparecer y que normalmente sucede de manera precoz en los primeros meses postoperatorios.
Se trata de rodillas con una limitación para la flexión mayor de 90º y con un déficit de extensión mayor de 10º.
Esta situación de movilidad genera cojera y dificultad para la realización de actividades propias de la vida cotidiana como sentarse, y subir y bajar escaleras.
Prótesis de rodilla dolorosa
El dolor es un síntoma frecuente en todas las causas de recambio protésico que hemos comentado previamente.
Se considera que una prótesis es dolorosa cuando descartadas todas las causas previas y una vez superado el tiempo de recuperación habitual el paciente continúa presentando dolor intenso en la rodilla.
En muchas ocasiones, ese dolor se localiza en la parte externa de la rodilla y tiene que ver con lesiones de ramas infrapatelares del nervio safeno.

AFLOJAMIENTO

INFECCIÓN

RECAMBIO

AFLOJAMIENTO

INFECCIÓN

RECAMBIO
PREGUNTAS FRECUENTES
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¿Cuales son las complicaciones mas frecuentes de una prótesis de rodilla?
Los resultados tras una artroplastia de rodilla suelen ser buenos o muy buenos, con alrededor de un 85-90% de supervivencia del implante a los 20 años. Las complicaciones, aunque muy poco frecuentes, pueden aparecer. Las más habituales son:
- Complicaciones de la piel o la herida: La planificación preoperatoria, la propia técnica quirúrgica y una buena gestión postoperatoria son fundamentales para evitar complicaciones de las partes blandas, especialmente en pacientes de alto riesgo y con intervenciones de rodilla previas.
- Infección: La infección profunda es una de las complicaciones más graves, las tasas de infección varían entre el 1% y el 2%.
El tratamiento de esta complicación supone un reto para el cirujano ortopédico, ya que resulta muy difícil y prolongada en el tiempo. Es fundamental tener un conocimiento profundo de los factores de riesgo, para realizar la prevención y manejo correcto del problema.
- Trombosis venosa profunda: La trombosis venosa sigue siendo una de las complicaciones más graves después de una cirugía de artroplastia de cadera o rodilla, y es una de las causas más frecuentes de reingreso hospitalario. Las estrategias para disminuir su incidencia van desde reconocer los factores de riesgo, al tratamiento profiláctico con heparina, pasando por los cuidados generales del paciente, el uso de anestesia regional y la movilización precoz.
- Complicaciones rotulianas: Las complicaciones rotulianas varían entre el 1% y el 10% . El dolor rotuliano tras una prótesis de rodilla puede ser consecuencia del diseño protésico, la técnica quirúrgica o de no protetizar la rótula. Los síntomas del chasquido (“clunk”) patelar son: el dolor y un sonido audible al extender la rodilla entre 60° y 30° de flexión.
- Rigidez postoperatoria: La rigidez o artrofibrosis de la rodilla, está relacionada con múltiples factores como por ejemplo: la poca movilidad articular después de la cirugía, las características del paciente, el rango de movimiento antes de la cirugía, el diseño protésico, la técnica quirúrgica o la rehabilitación postoperatoria.
- Dolor persistente e insatisfacción: El dolor persistente en la cara anterior es una queja frecuente tras una prótesis total de rodilla. Varios estudios cifran la cantidad de pacientes insatisfechos después de una artroplastia de rodilla entre el 13-19 % de los casos.
¿Cómo es el postoperatorio?
El día después de la intervención, el paciente empieza a caminar con la ayuda de dos muletas y comienza el tratamiento de rehabilitación con los fisioterapeutas.
¿Cuántos días estaré ingresado?
Por regla general nuestros pacientes permanecen ingresados en el hospital de 3 a 5 días.
¿Durante cuanto tiempo voy a necesitar muletas?
Habitualmente recomendamos el uso de una o dos muletas, durante un periodo de entre las 6 y 8 semanas, pudiendo variar en función del paciente y de la técnica quirúrgica empleada.
¿Cómo caminar con muletas o bastones?
Marcha en paralelo.- Adelantar consecutivamente los dos bastones, la pierna operada y finalmente la pierna sana.
Marcha cruzada.- Adelantar consecutivamente el bastón contrario a la pierna operada, la pierna operada, el otro bastón y finalmente la pierna sana.
¿Cuánto dura la recuperación?
La capacidad de recuperación varía de unos pacientes a otros, y depende de varios factores como: el estado de salud previo, la calidad ósea y el tipo de técnica quirúrgica empleada. De manera general oscila entre los 3 y los 6 meses y en algunos pacientes hasta los 12 meses.
¿Cuánto tiempo duran las prótesis de rodilla?
Los resultados tras una artroplastia de rodilla suelen ser buenos o muy buenos, con alrededor de un 85-90% de supervivencia del implante a los 20 años.